Organizador: Grupo Alpino Pinsapo Sociedad Excursionista de Málaga.
Solo para socios, familiares y amigos que estén federados. Tener conocimientos básicos de escada.
Material obligatorio:
Casco, arnés, baga de anclaje, mosquetón y posibilidad de autobloqueante. (prusik o Machard)Lugar de reunión: 6:30 Sin desayunar en la gasolineraCepsa del CTM pasado el Viso. https://goo.gl/maps/UDVKPSkg5TG2. O a las 8:30 ya desayunados en la venta El Navasillo cerca del acceso al carril de los Quejigales. https://goo.gl/maps/NN8L7xDdBP12
Dificultad: Alta, por el desnivel y porque se discurrirá por terreno sin sendero
Distancia: 12km
Desnivel positivo: 1.100 metros
Duración: 8 Horas.
El vehículo se dejará aparcado un par de kms mas adelante, junto al primer montículo a la derecha, que se origino al trazar el carril por el que circulamos.
En este punto buscaremos un visible talud de piedras (altitud 1062 mtrs sobre el nivel del mar), donde nace un sendero, por el cual comenzaremos a andar e ir ganando altura progresivamente, rodeando el Cerro de la Alcazaba y de las Batallas, por la zona conocida como la Loma del Pastizal y que conduce al puerto de la Perdiz, desde donde veremos arriba a la derecha, Las paredes del Tajo Bermejos y a nuestros pies el Arroyo de los Pilones (que recibe algo más arriba el nombre de Horcajuelos y mas debajo de las Cabras), donde nos dirigimos a continuación.
En este punto, surgen dos caminos, el primero bastante visible, asciende hasta el cercano pinsapar de la Yedra, por el cual volveremos y el segundo, comienza a descender hasta el arroyo.
Poco antes de conectar con el arroyo el cual cruzamos, la vereda se pierde completamente, teniendo que continuar por campo a través, guiándonos de nuestra intuición e hitos dejados por anteriores senderista.
Ahora la ruta se endurece, al tener que realizar el fuerte ascenso buscando el mejor paso entre pedreras y matorral, hasta llegar a la base de las paredes calizas del los Tajos Bermejos (posiblemente el nombre les viene por su color amarillento).
Una vez situados debajo de los farallones, encontramos un cómodo camino que discurre a lo largo de toda su base, donde aún existe algunos restos del uso de pastoreo que tuvo esta zona, así como un buen sabinar y varios ejemplares centenarios de Encinas, todo ello con un entorno paisajista, que solo él vale el esfuerzo realizado.
Al llegar al final del recorrido por la base de los tajos, conocido como la Raja del Cristiano, nos colocaremos el arnés y el casco (pieza indispensable para esta actividad), teniendo preparadas los cordinos para bloqueo y las vagas de anclajes, que nos servirán para asegurarnos a los llamados cables de vida, horizontales y verticales que ayudan a superar el cortado del Paso del Cristiano con la mayor seguridad posibles, aunque antes de poder acceder a ellos, habrá que efectuar algunos pasos por pequeños basares aéreos, aunque fáciles, algo expuestos, teniendo que prestar máximas atención y precauciones a fin de evitar accidentes.
Superado el paso del Cristiano, nos enfrentamos a lo que consideran algunas personas, como la mayor dificultad de la ruta, no por peligrosidad, si no por su dureza, ya que ascendemos buscando paso entre pedreras y matorral, salvando un desnivel de casi 500 en apenas dos kilómetros que nos quedan para la cumbre del Torrecilla (1.919 Mtrs. Altitud), pasado primero por las pedreras del Canchal de las Monteses y las placas lisas de calizas de las Plazoletas.
Desde la cumbre, descendemos por la cara Oeste, por una desdibujada vereda bastante empinada y lajas calizas, hasta el conocido Puerto Alto dejando a nuestra derecha la fuente de los Pilones de Tolox, (otra vez nos quedamos sin camino) y se efectúa un corto descenso hasta el arroyo para marchar paralelo a él, buscando el mejor paso entre el matorral y pedregal existente, hasta llegar al coqueto, abandonado y aislado pequeño Pinsapar de la Yedra, ubicado ceca de la cumbre del Cerro de la Alcazaba, que se recorre sorteando ramas caídas y algunas pequeños isletas formadas por alambrada cinegética, hasta conectar pronto con la vereda que nos bajara hasta el puerto de la Perdiz y por terreno ya conocido, regresar al punto de inicio y dar por casi finalizada la actividad.